Adaptar las oficinas
Respetar el distanciamiento social
Se debe adoptar una cierta distancia social dentro de los locales y el empleador debe reorganizar los espacios de trabajo si es necesario.
Puede ser útil utilizar un sistema de señalización, por ejemplo mediante tiras de suelo, así como una dirección de tráfico en los pasillos (¡incluso si esto requiere ampliar las distancias de desplazamiento en el local!). El empleador puede organizar las llegadas/salidas proponiendo franjas horarias específicas: esto limitará el cruce entre los empleados.
El acceso a los espacios colectivos (sala de descanso, comedor) debe ser supervisado para reducir el número de empleados presentes físicamente al mismo tiempo. El número máximo de personas permitidas debe ser indicado a la entrada de cada espacio.
Limpiar y desinfectar los equipos y locales
Todos los locales y en particular los puestos deben estar limpios y desinfectados regularmente. También es el caso de varias superficies como manijas de puertas, interruptores, barandas de escaleras, botones de ascensores, cabezas de grifo, etc.
Debe prestarse especial atención al equipo de uso colectivo, como las impresoras o los teléfonos. Para la limpieza de los equipos (teclados, teléfonos, ratones, etc.) se pueden utilizar paños domésticos u otros productos compatibles con la superficie.
Por último, el gel hidroalcohólico debe estar disponible si es posible.
Gestión de la producción
Es de esperar que se produzcan varios cambios en las empresas que participan en una actividad productiva (en particular como resultado de las medidas de la sana distancia social).
Se tratará principalmente de adaptar las Buenas Prácticas de Higiene para reforzar las medidas preventivas ya existentes. Esto obviamente implica la implementación de equipo de protección individual y la capacitación asociada.
Es el momento de renovar los cursos de formación obligatorios (formación en materia de higiene, formación en materia de riesgos eléctricos, etc.) y de intensificar los controles periódicos de los equipos (aparatos de elevación, instalaciones eléctricas, ventilación, etc.).
Gestión de clientes y proveedores
El Plan de Contingencia y Continuidad de Negocio permitirá evaluar la situación de cada uno de sus clientes/proveedores. El empleador debe informarles las condiciones para reanudar actividades.
La cadena de suministro debe ajustarse según la disponibilidad de sus proveedores: esto requiere un examen previo de sus existencias de materias primas. En lo que respecta a la producción, también es necesario definir un inventario de los productos terminados a fin de fijar objetivos para futuros pedidos de clientes.
Tratándose de la adquisición de productos, el objetivo es definir las medidas de barrera asociadas y, si es necesario, adaptar los contratos de los clientes a este contexto.
En definitiva, podemos ver que las situaciones de crisis sanitarias o pandemias provocan cambios organizativos en las empresas. Los empleadores deben adaptarse para garantizar la salud y la seguridad de sus empleados, pero también la de sus clientes/proveedores/consumidores.
HASTA LA PROXIMA ,
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